viernes, 8 de abril de 2011

¿De verdad puedes sobrevivir en un restaurante?

Si te pareces a mí y al 90% de las personas, tenemos una cosa
en común: ¡siempre andamos corriendo! Me conozco, mí ajetreado
estilo de vida y mi calendario de viajes algunas veces me obliga
a comer mucho en restaurantes y a buscar opciones saludables
fuera de mi refrigerador.
Sin embargo, algunas veces esto es más fácil de decirlo que
hacerlo. Edmar, se que puedes comprenderlo.
Antes de viajar a cualquier lado, siempre investigo un poco y
veo si puedo conseguir algo de comida saludable cerca del lugar
donde me voy a hospedar. Pero, ¿Qué se supone que puede hacer
esta chica saludable cuando no hay cerca una tienda de comida
orgánica, ni una cocina en el hotel? Esto implica que tendré
que resignarme a comer en un restaurante todo el tiempo.
Me encantan las vacaciones tanto como a ti, pero cuando termino
regresando a casa sintiéndome hinchada y gorda, en lugar de
sentirme relajada y renovada, dejan de gustarme tanto.
Este es mi plan de ataque...
Hago lo que llamo "control de daños": Hago lo mejor que
puedo, con lo que tengo y ¡me la paso muy bien en mi viaje!
Preparo mi "estuche de emergencia". Empaco y llevo conmigo:
nueces, almendras, mantequilla de almendra, pavo orgánico y
carne de res seca, manzanas y peras. Ninguno de ellos necesita
refrigeración, por lo que se conservan bien durante todo el fin
de semana. Si en un momento dado no tengo proteína a la mano
(como cuando es hora de comer mi refrigerio), saco mis nueces y
carne seca para salir del paso. Si no tienes nada a la mano,
podrías terminar comiendo pretzels y papas fritas (o cualquier
otra comida horrible que la gente come cuando está de viaje).
Desayuno: Pase lo que pase, siempre hay una proteína en el
menú. Tortillas de huevo, o salmón ahumado son mis opciones
favoritas; sin embargo, he ido a lugares que actualmente tienen
en sus menús tocino y salchichas de pavo. Evita a toda costa los
mortales y pesados panqueques (hot cakes, crepas) y waffles.
Estos representan un desastre para los niveles de azúcar en
sangre a punto de suceder. Consumir un desayuno cargado de
azúcar como este tan solo hará que tengas hambre y antojos por
el resto del día. Y, arruinará lo que habría sido un día
grandioso.
Almuerzo y Cena: Lo he dicho antes. La mayoría sabemos qué es
lo sano en el menú, pero seguimos ordenando basura. Si, me
parece bien hacer trampa un día o dos a la semana, pero
definitivamente no todas las noches de tus vacaciones. Algunas
personas comen y eligen cosas del menú como si estuvieran a
punto de ser enviados a un campamento de ayuno cuando regresen a
sus casas. Este plan no es del tipo "o todo o nada". Te has
comprometido a comer de manera saludable de por vida. No te
preocupes. La comida siempre estará a tu disposición, ya sea
que la comas en una sentada o la espacies a lo largo de tu vida.
Muy bien, retomando mi punto. Primero, todo lo que esté en el
menú que tu sepas que está empapado en salsas pesadas es un NO
instantáneo. ¿Pasta Alfredo? Vamos... ¿Hablas en serio? En
lugar de eso, ¿Podrías ordenar el filete con verduras y
ensalada, y sentirte igual de feliz? ¿O, Pollo a la cacerola con
guarnición de brócoli? (Si, estamos en un Restaurante
italiano).
Muy a menudo, nuestras papilas gustativas se sienten igual de
felices con una opción más saludable. No, esto no se trata de
abstención. Se trata de elegir sentirse bien, ser sano y
consumir comida buena al mismo tiempo. ¿Comprendes?
Postres: También me encantan los postres y definitivamente
elegiría una deliciosa rebanada de pastel de manzana o un trozo
de chocolate cuando estoy de vacaciones. Si la rebanada es más
grande que mi cabeza, no me lo acabo todo. No hay necesidad de
eso. Mis papilas gustativas están igual de felices con unos
cuantos bocados (al igual que mi cuerpo). Créeme, siempre puedes
comer una pequeña cantidad de pastel de manzana, chocolate o
(inserta tu postre favorito aquí) durante el resto de tu vida.
Los Trols: ¿Quienes? Si, ya sabes quienes son los Trols. Son
esas personas que te dicen "come lo que quieras", o "no te
tortures". Estas personas siempre parecen salir de su escondite
cuando comen contigo en un restaurante. (También hacen acto de
presencia en las fiestas y reuniones familiares. Ten miedo. Ten
mucho, mucho miedo). No permitas que nadie te diga que cuidarte y
sentirte bien es algo malo. No pretendo hablar mal de tu familia
y amigos, pero es muy probable que no se sientan muy bien con su
peso y salud actual y les moleste que hayas comenzado a comer
saludablemente y a tomar el control de tu vida.
Recuerda, no es necesario evitar los restaurantes y vacaciones
(pero, por favor evita los lugares de comida rápida). Solo debes
de enfocarte en las opciones saludables y ¡pasarla bien!
En la salud y la felicidad.

Isabel De Los Rios
Nutricionista Certificada
Especialista Certificada en Ejercicio
Autora del Programa Comer Para Perder

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